domingo, 28 de agosto de 2016

Panecillos de albahaca con queso tierno de Albarracín y tomate seco


Los ingredientes del pan no tienen apenas secretos, como el queso, por muy buenos que sean. Lo que marca la diferencia en el sabor es la calidad de esos mismos ingredientes y el sumo cuidado en el proceso de elaboración. 

Esta receta de panecillos de albahaca con queso tierno y tomate seco, idea de TheSpanishFood y que ya compartimos en las redes sociales el Día de San Lorenzo, es una buena manera de practicar el arte que tenemos como "panaderos" para obtener un pan bien aromático.


El queso tierno que nosotros recomendamos emplear en esta receta será el Etiqueta Azul de Sierra de Albarracín, premiado con el oro en los World Cheese Awards.

INGREDIENTES

Para la masa:
430 gr de harina + levadura de Pan Casero
1 cucharadita de sal
1 cucharada de albahaca seca picada
1 vaso de agua

Para el gratinado:
12 rodajas de queso tierno de Albarracín
12 tomates secos en aceite escurridos

ELABORACIÓN

Poner la harina, la albahaca y la sal en un recipiente hondo, ir añadiendo agua y remover la mezcla con la mano a medida que la mezcla se quede arcillosa, hasta incorporarla toda. 

Seguir removiendo y dejar de amasar cada 5 minutos.

Sacar la masa y ponerla encima de la mesa de trabajo enharinada. Golpear la masa, estirarla y doblarla sobre sí misma para que coja aire. Repetir hasta que la masa se vaya despegando. Cuando parezca romperse, taparla con un paño húmedo y dejarla descansar 10 minutos. Repetir este proceso unas 5 veces.

Disolver la levadura en un poco de agua y ponerla en el centro de la masa. Amasar de nuevo hasta que esté totalmente integrada y se despegue de la mesa de trabajo.

Formar una bola, colocarla en un bol enharinado y dejarla tapada con un paño húmedo. Dejarla reposar en un sitio cálido hasta que doble su tamaño (aproximadamente 45 minutos).

Sacar la masa, cortarla en 12 porciones y formar unas bolas con ellas. Dejar fermentar 1 hora en un sitio cálido tapadas con un paño húmedo.

Precalentar el horno a 250ºC. Poner dentro un pequeño cazo con agua hirviendo para que genere vapor.

Cuando los panecillos estén fermentados, con unas tijeras hacer dos cortes en forma de cruz en la superficie, abrirlos y poner un trozo de queso y un trozo de tomate seco; pinchar con un palillo.

Poner los panecillos en el horno, bajar la temperatura a 210ºC, rociar con agua las paredes del horno y los panecillos ligeramente. Hornear unos 15 minutos o hasta que los panecillos estén dorados y el queso gratinado.

Sacar los panecillos del horno, rociarlos con aceite de oliva (el de los tomates les vendrá de maravilla) y dejarlos enfriar sobre una rejilla.

Sólo queda lo más importante, saborear nuestra creación ;)




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